Durante el fin de semana, comenzaron a circular rumores que apuntaban a que Microsoft podría dejar de fabricar consolas Xbox y centrarse únicamente en el desarrollo multiplataforma. Sin embargo, la compañía ha desmentido categóricamente estas informaciones, asegurando que sus planes de hardware siguen firmes y en marcha.
En declaraciones recogidas por Windows Central, la empresa afirmó: “Estamos invirtiendo activamente en nuestras futuras consolas y dispositivos de primera parte, diseñados, desarrollados y fabricados por Xbox”. El comunicado hace referencia además a su acuerdo con AMD, anunciado el pasado verano, para una colaboración “multianual” orientada a “co-diseñar silicios para una amplia gama de dispositivos”, entre los que se incluyen nuevas consolas domésticas y portátiles de juego.
Sarah Bond, presidenta de Xbox, explicó en ese momento que el objetivo de esta alianza era “impulsar la innovación gráfica de próxima generación para ofrecer una experiencia más inmersiva, potenciando los juegos con inteligencia artificial y manteniendo la compatibilidad con la biblioteca actual de Xbox”.
El contexto, no obstante, no ha sido el más favorable. En los últimos días, varias cadenas minoristas como Costco o Sam’s Club han reducido su espacio dedicado a Xbox o incluso han dejado de listar las consolas Series X y Series S en sus tiendas y páginas web. Esto ha contribuido a alimentar la sensación de que la división de hardware de Microsoft atraviesa una etapa incierta.
A ello se suma el reciente aumento de precios del servicio Game Pass Ultimate, que pasó a costar 30 dólares mensuales. La medida no ha sido bien recibida por la comunidad, especialmente tras la llegada de franquicias tradicionalmente exclusivas, como Forza Horizon o Gears of War, a otras plataformas como PlayStation.
Pese a todo, Microsoft mantiene su apuesta por el ecosistema Xbox. La compañía obtiene aún un importante margen de beneficios a través de las suscripciones, las compras digitales y las comisiones del 30 % en transacciones realizadas dentro de la plataforma. En ese sentido, abandonar por completo el hardware supondría perder una parte esencial de su estructura de negocio.
Por ahora, todo apunta a que sí habrá una nueva generación de consolas Xbox. Aunque el enfoque pueda evolucionar hacia dispositivos más cercanos a un PC o integrados con la nube, Microsoft no parece dispuesta —al menos de momento— a dar por terminada la trayectoria de su marca de consolas.