La conectividad inalámbrica sigue avanzando a un ritmo vertiginoso. Apenas un año después de la certificación oficial de Wi-Fi 7, Qualcomm ha adelantado los primeros detalles del futuro estándar Wi-Fi 8, conocido técnicamente como IEEE 802.11bn. Aunque su llegada comercial no se espera hasta 2028, la compañía ha publicado un documento en el que se definen sus principales mejoras, objetivos y retos técnicos.
Qué es Wi-Fi 8 y quién está detrás de su desarrollo
Como en anteriores generaciones, el estándar estará supervisado por la Wi-Fi Alliance, el organismo que garantiza la interoperabilidad de los dispositivos conectados. Sin embargo, en esta ocasión ha sido Qualcomm quien ha presentado públicamente los primeros avances, a través de un artículo firmado por Rolf De Vegt, vicepresidente de estándares técnicos de la compañía.
Wi-Fi 8 o 802.11bn se desarrolla bajo el nombre en clave Ultra High Reliability (UHR), un concepto que refleja su propósito: ofrecer una fiabilidad extremadamente alta incluso en entornos congestionados o con interferencias. Su diseño busca responder a los desafíos que impondrán la robótica, la realidad aumentada, los vehículos autónomos o los espacios inteligentes gestionados por inteligencia artificial.
Principales novedades técnicas
El nuevo estándar mantendrá las tres bandas de frecuencia actuales —2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz—, pero promete una mejora significativa en todos los parámetros de rendimiento:
- Velocidad máxima teórica de hasta 100 Gbps, frente a los 23 Gbps de Wi-Fi 7.
- Un 25 % menos de latencia en condiciones exigentes, con valores por debajo de los 10 milisegundos.
- Reducción del 25 % en pérdida de paquetes, especialmente durante itinerancia o roaming.
- Mejoras en eficiencia energética y coordinación entre múltiples puntos de acceso para entornos densos.
- Compatibilidad optimizada con otras tecnologías inalámbricas como Bluetooth o UWB.
Estas mejoras no solo están pensadas para el ámbito doméstico. Wi-Fi 8 busca ofrecer una conectividad más estable en entornos industriales, automatización, robótica o eventos con alta densidad de usuarios. Según Qualcomm, su objetivo es “priorizar el rendimiento fiable en condiciones desafiantes del mundo real”.
Los cinco pilares de Wi-Fi 8
El estándar se apoya en cinco grandes pilares que resumen su evolución:
- Itinerancia sin interrupciones: permitirá cambiar entre puntos de acceso sin cortes ni aumento de latencia.
- Cobertura fiable en el borde: garantizará conexiones estables incluso en zonas con señal débil o interferencias.
- Coordinación inteligente en entornos densos: optimizará la gestión de redes en campus, edificios y espacios públicos.
- Coexistencia mejorada en los dispositivos: asegurará que Wi-Fi, Bluetooth y otras tecnologías convivan sin interferencias.
- Uso más eficiente de la energía: reducirá el consumo en dispositivos conectados, algo crucial para wearables o IoT.
Retos y horizonte temporal
El reto más evidente de Wi-Fi 8 es el mismo que acompaña a cada nueva generación: transmitir más datos dentro del mismo espectro radioeléctrico. A medida que crece el número de dispositivos conectados, la saturación aumenta, y las mejoras deben lograrse mediante una gestión más inteligente del ancho de banda. Además, la competencia del 5G y sus futuras evoluciones obligará a que Wi-Fi siga siendo una alternativa sólida, especialmente en espacios interiores y redes locales.
El desarrollo del estándar comenzó en 2022, con la creación del grupo de estudio UHR. En 2024 se aprobó el primer borrador y, si todo sigue el calendario previsto, Wi-Fi 8 será certificado oficialmente en 2028. A partir de ese momento, los fabricantes podrán incorporar el nuevo estándar a routers, portátiles, teléfonos y dispositivos inteligentes.
Una tecnología que mira a la próxima década
Wi-Fi 8 no está diseñado para reemplazar de inmediato a sus predecesores, sino para preparar el terreno de la conectividad de la próxima década. Su enfoque en la baja latencia, la eficiencia energética y la fiabilidad extrema lo convierte en un pilar esencial para la expansión de la inteligencia artificial aplicada, los hogares conectados y la automatización industrial.
Mientras tanto, los usuarios pueden estar tranquilos: Wi-Fi 6 y 7 seguirán siendo plenamente válidos durante años, y la transición será gradual, como ha ocurrido con cada salto tecnológico anterior.