Ubisoft ha puesto fecha al fin de la incertidumbre. La compañía confirmará este viernes 21 de noviembre su informe financiero del primer semestre del año fiscal 2025-26, un documento que debía haberse publicado la semana pasada y cuya ausencia provocó la suspensión inmediata de la cotización de sus acciones.
La decisión llega tras siete días marcados por el silencio oficial y por un movimiento poco habitual en una empresa del tamaño de Ubisoft, que detuvo su actividad en bolsa sin ofrecer explicación pública alguna.
Un anuncio breve para un episodio atípico
La compañía ha informado de que el mismo 21 de noviembre se levantará la suspensión de negociación de sus acciones y bonos. Sin embargo, el comunicado no aclara las razones que llevaron a retrasar la presentación del informe ni a detener su cotización, un gesto que suele interpretarse como un indicio de que la empresa necesita tiempo para ajustar datos o completar información sensible.
La única pista procede de un correo interno filtrado, enviado por Frédérick Duguet, director financiero de la compañía, en el que explicaba a los trabajadores que Ubisoft necesitaba “algo más de tiempo” para cerrar el semestre. El mensaje también apuntaba a que la compañía no podía ofrecer detalles públicamente por motivos legales.
Un contexto marcado por la presión del mercado
El episodio coincide con un momento complejo para la industria, en el que los grandes lanzamientos compiten por visibilidad frente a los servicios de suscripción, los modelos como servicio y las propuestas free-to-play. La propia Ubisoft reconoció esta semana que cada vez resulta más difícil para los nuevos juegos destacar en un mercado saturado y moldeado por nuevas formas de consumo.
Este viernes debería despejarse parte de la incógnita: los resultados financieros podrían mostrar la dimensión real de los desafíos que enfrenta la compañía y el impacto de sus últimos lanzamientos y proyectos en curso.
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