Sony y AMD han ofrecido los primeros detalles técnicos sobre las innovaciones que acompañarán a la GPU de la próxima consola de la compañía japonesa. Aunque todavía no existe confirmación oficial de su nombre, todo apunta a que se tratará de la PlayStation 6, cuyo lanzamiento no se espera hasta dentro de algunos años.
El anuncio llega tras la charla mantenida entre Mark Cerny, arquitecto principal de PlayStation, y Jack Huynh, vicepresidente sénior y responsable del área de informática y tarjetas gráficas de AMD. En ella, ambos ejecutivos presentaron los avances del proyecto Amethyst, una colaboración iniciada en diciembre de 2024 con el objetivo de desarrollar una arquitectura más eficiente y orientada a la inteligencia artificial.
Tres pilares tecnológicos: Neural Arrays, Radiance Cores y Universal Compression
Cerny y Huynh identificaron tres tecnologías clave que marcarán la evolución del hardware de próxima generación: Neural Arrays, Radiance Cores y Universal Compression.
Neural Arrays se define como un conjunto de unidades de proceso interconectadas que comparten datos y trabajan de forma coordinada como un único motor de inteligencia artificial. Este enfoque permitiría aumentar el rendimiento en tareas como el escalado de imagen mediante IA o el procesamiento de redes neuronales, además de mejorar la eficiencia general del sistema.
Por su parte, los Radiance Cores introducen un nuevo hardware dedicado al trazado de rayos y de rutas en tiempo real, funciones que actualmente suponen una de las mayores cargas para las GPU modernas. Su implementación liberaría recursos para otras tareas, como el procesado de sombreadores o texturas, incrementando el rendimiento general y la estabilidad en la tasa de fotogramas. Esta tecnología también estaría destinada a formar parte de las futuras tarjetas gráficas de AMD.
La tercera innovación, Universal Compression, busca reducir el uso del ancho de banda de la memoria mediante un sistema de compresión que evalúa y optimiza todos los datos generados por la GPU. En las consolas actuales, la técnica Delta Color Compression se aplica únicamente a texturas y algunos tipos de datos visuales. Universal Compression ampliaría este proceso a todo el flujo de información, ayudando a mitigar los cuellos de botella que se producen en tareas de alta demanda, especialmente en resoluciones 4K.
Una mirada al futuro del hardware de consola
Estas tres tecnologías forman parte de un conjunto de desarrollos aún en fase de simulación, según reconoció el propio Mark Cerny. No obstante, representan una visión clara de hacia dónde se dirige la arquitectura gráfica de Sony y AMD: una mayor integración de la inteligencia artificial, un trazado de rayos más eficiente y una optimización profunda del flujo de datos internos.
Aunque por el momento no existe una fecha estimada de lanzamiento, la nueva consola de Sony podría llegar entre 2027 y 2028, siguiendo el ciclo habitual de generaciones. Hasta entonces, la compañía continuará explorando formas de mejorar la eficiencia y la calidad visual sin comprometer el rendimiento, preparando el terreno para la próxima evolución del ecosistema PlayStation.