OpenAI y Broadcom han anunciado un acuerdo para desarrollar procesadores de inteligencia artificial (IA) a medida, con una inversión que alcanza los 10.000 millones de dólares. Este paso es especialmente relevante, ya que la demanda de capacidad de cómputo para entrenar modelos de IA no para de crecer y, además, en el mercado hay una clara escasez de GPU, donde Nvidia y AMD dominan prácticamente todo.
Procesadores personalizados para el futuro de la IA
OpenAI y Broadcom trabajarán conjuntamente para diseñar y poner en marcha chips de IA optimizados. OpenAI se encargará del diseño de estos procesadores y Broadcom será responsable de su desarrollo y posterior despliegue en los centros de datos. El objetivo es alcanzar una capacidad de 10 gigavatios en aceleradores personalizados, una cifra que debería ayudar a aliviar los cuellos de botella actuales en el acceso a GPU, un problema que afecta especialmente a las empresas que quieren innovar en IA.
Despliegue previsto para 2026
La producción en masa de estos chips está prevista para 2026 y Broadcom espera comenzar a recibir ingresos ya a partir del tercer trimestre de 2025. TSMC, que es un referente mundial en la fabricación de semiconductores, será la encargada de producir estos chips, siguiendo el diseño acordado entre OpenAI y Broadcom. Todo esto cobra especial importancia ante el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial en todo tipo de aplicaciones, lo que exige soluciones de hardware hechas a medida para responder a las nuevas necesidades de cómputo.
Lo que supone este acuerdo
El acuerdo entre OpenAI y Broadcom no solo busca mejorar la capacidad de procesamiento, sino también avanzar hacia una mayor independencia ante la fuerte dependencia actual de las GPU de Nvidia, que controla más del 70% del mercado de hardware para IA. Este tipo de decisiones sigue la línea de otras grandes tecnológicas como Google o Amazon, que también han optado por desarrollar su propio hardware para reducir costes y gestionar mejor su infraestructura.
Un consumo energético a tener en cuenta
Se estima que estos nuevos chips de IA consumirán tanta energía como más de 8 millones de hogares estadounidenses, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad y el impacto del uso masivo de estos procesadores en grandes centros de datos. Este es, de hecho, uno de los grandes retos del sector tecnológico en su camino hacia una mayor sostenibilidad.
Reacción en el mercado
Tras conocerse la noticia de este acuerdo, las acciones de Broadcom subieron más de un 10%, lo que indica que el mercado ve con buenos ojos la colaboración. Aun así, algunos analistas han señalado que, aunque este acuerdo acerca a OpenAI a una mayor autonomía, por ahora no supone una amenaza directa para el dominio de Nvidia en el sector de los aceleradores de IA.
La CEO de Broadcom, Hock Tan, afirmó que “este acuerdo cambiará de forma significativa las perspectivas de la empresa para 2026”, y dejó claro que la alianza podría transformar completamente la manera de diseñar y desplegar modelos de IA en los próximos años.
La decisión de OpenAI de meterse de lleno en el desarrollo de su propio hardware es, sin duda, un movimiento clave en un sector donde la velocidad y la eficiencia marcan la diferencia. Con este acuerdo, OpenAI se une al club de empresas que buscan controlar su propia infraestructura tecnológica, un aspecto que podría ser determinante para el desarrollo de futuros modelos de IA como GPT-5 y otros sistemas multimodales a gran escala. Habrá que esperar para ver si esta colaboración cumple realmente con las expectativas y logra ofrecer soluciones innovadoras en el ámbito de la inteligencia artificial.