La inteligencia artificial no solo está transformando la forma en la que trabajamos, consumimos o aprendemos. También puede convertirse en la mayor fuente de crecimiento económico de España en las próximas décadas.
Un estudio publicado por The Corner estima que la IA podría aportar entre 100.000 y 120.000 millones de euros anuales al PIB español durante los próximos diez años, lo que equivale a un incremento de hasta el 8 % del producto interior bruto actual.
En otras palabras: la IA podría generar cada año el equivalente a todo el presupuesto del sistema sanitario público o a duplicar la inversión nacional en educación. No está mal para algo que, hace apenas cinco años, sonaba a ciencia ficción.
Un impulso histórico para la economía española
Según el informe, España está en una posición privilegiada para beneficiarse del boom de la inteligencia artificial si logra acelerar su adopción en sectores clave como la industria, el turismo, la banca, la energía o la administración pública.
Las empresas que integren algoritmos predictivos, automatización inteligente o modelos generativos podrán reducir costes, aumentar su productividad y mejorar la toma de decisiones.
El documento señala que “el verdadero impacto no dependerá del número de herramientas disponibles, sino de cuántas empresas y profesionales sepan utilizarlas de forma efectiva”.
Si el país aprovecha la ola tecnológica, la IA podría convertirse en el nuevo motor de competitividad nacional, similar al efecto que tuvo el turismo en los años 70 o la digitalización tras la pandemia.
Productividad y transformación del empleo
La inteligencia artificial también promete una mejora significativa en la productividad laboral, con un aumento estimado entre el 10 % y el 15 %.
Tareas rutinarias o repetitivas —como atención al cliente, contabilidad básica o gestión de datos— podrían automatizarse, liberando tiempo para trabajos más creativos o estratégicos.
Eso sí, el estudio deja claro que no todo será crecimiento sin consecuencias.
Aunque no se prevé una destrucción masiva de empleo, sí habrá una transformación profunda del mercado laboral. Serán necesarios miles de nuevos perfiles técnicos: ingenieros de datos, desarrolladores de IA, especialistas en ciberseguridad o analistas de automatización.
En paralelo, millones de trabajadores tendrán que actualizar sus competencias para adaptarse a un entorno donde la colaboración entre humanos y máquinas será la norma.
El gran reto: formación y adopción tecnológica
El informe también lanza una advertencia: España todavía tiene una importante brecha digital.
La mayoría de las grandes empresas ya han iniciado procesos de automatización, pero muchas pymes siguen rezagadas, ya sea por falta de recursos, desconocimiento o resistencia al cambio.
Además, la educación tecnológica no avanza al ritmo que exige el mercado: las universidades y centros de formación apenas cubren una parte de la demanda de profesionales especializados en IA.
Sin un plan sólido de capacitación, gran parte del potencial económico podría quedarse en el aire.
Los expertos insisten en que formar talento digital será tan importante como invertir en infraestructuras tecnológicas.
Una oportunidad que España no puede dejar pasar
Con la Unión Europea impulsando su propia estrategia de inteligencia artificial y gigantes tecnológicos como Microsoft, Google o Amazon expandiendo sus centros de datos en territorio español, el país tiene una oportunidad histórica.
En 2025, España ya figura entre los diez países europeos con mayor volumen de inversión en proyectos relacionados con IA, y comunidades como Madrid, Cataluña o el País Vasco están emergiendo como hubs tecnológicos.
El objetivo, según el estudio, es claro: convertir la innovación en crecimiento real.
Si España consigue combinar inversión, talento y regulación inteligente, la IA podría transformar su economía tanto como lo hizo la digitalización tras 2008.
De lo contrario, el riesgo es quedarse mirando cómo otros países aprovechan la revolución tecnológica del siglo.