Google ha presentado hace unas horas “Private AI Compute”, una plataforma nueva pensada para procesar inteligencia artificial en la nube, manteniendo unos niveles de seguridad y privacidad que buscan estar a la altura de los que se logran cuando se procesa todo directamente en el propio dispositivo. La compañía ha dado a conocer esta novedad durante el evento Google Cloud Next 2025, que tuvo lugar entre abril y mayo de 2025. La importancia de este anuncio reside en que responde a la preocupación creciente de usuarios, reguladores y empresas, que quieren proteger mejor sus datos al utilizar estas potentes herramientas de inteligencia artificial basadas en la nube.
Una solución segura y sostenible para la inteligencia artificial en la nube
Private AI Compute supone un paso adelante en la llamada computación privada en la nube, un concepto que cada vez suena más. Igual que Apple con “Private Cloud Compute”, Google ha diseñado su solución para que sus productos y servicios puedan decidir, de forma automática, si una tarea sensible debe procesarse localmente en el dispositivo o, si es necesario enviarla a la nube, hacerlo de forma totalmente segura y con los datos cifrados. Según afirma Google, nada de esto implica que haya personas accediendo a la información ni se corre el riesgo de que los datos se filtren.
Los datos que se procesan a través de esta plataforma permanecen cifrados de extremo a extremo y se usan solo para la tarea concreta que solicita el usuario. Uno de los aspectos más llamativos es que Private AI Compute separa de forma física las tareas y elimina los datos una vez que termina el procesamiento. Esto es clave para que la inteligencia artificial pueda utilizarse con tranquilidad en contextos más delicados.
Inversión en infraestructura para la inteligencia artificial
Private AI Compute funciona gracias a la nueva infraestructura WAN de Google, especialmente pensada para inteligencia artificial. Esta red tiene más de tres millones de kilómetros de fibra óptica repartidos en más de 200 territorios, lo que permite reducir de forma importante el coste de usar inteligencia artificial: hasta un 40% menos, según la empresa.
La capacidad de cálculo viene de la arquitectura AI Hypercomputer y de la nueva TPU Ironwood, capaz de alcanzar hasta 42,5 exaflops por pod. Todo esto está preparado especialmente para soportar modelos generativos, como los de la familia Gemini, que ya está por su versión 2.5.
Google insiste en que ningún operador humano puede acceder a los datos. El procesamiento se realiza siempre en entornos aislados, muy parecido a la filosofía que sigue Apple con su propia solución de computación privada. Aunque se han anunciado mejoras importantes en los modelos Gemini y en Vertex AI, la compañía todavía no ha dado detalles técnicos más específicos sobre ciertas partes.
El reto de la privacidad y el control de los datos
El lanzamiento de Private AI Compute llega en un momento en el que la protección de los datos preocupa más que nunca. Cada vez hay más exigencia de contar con tecnologías de inteligencia artificial que sean respetuosas con la privacidad, tanto por parte de las personas como de los reguladores, que ponen el listón cada vez más alto.
La integración de modelos de inteligencia artificial avanzados en productos y servicios de futuro, aunque de momento se mueva en el terreno de los rumores, apunta a que Google también quiere liderar la carrera de los asistentes inteligentes. Esto ha levantado preguntas sobre si, en algún momento, podríamos ver tecnología como Gemini integrada en sistemas de otras compañías, como sería el caso de Siri de Apple.
La privacidad como prioridad para los usuarios
Desde Google dejan claro que la gran apuesta de Private AI Compute es dar a los usuarios una sensación similar a la que tienen usando su propio dispositivo, pero con las ventajas de la nube. En palabras de la compañía, “Private AI Compute… combina modelos Gemini más potentes en la nube con las mismas garantías de seguridad y privacidad que se tienen al procesar una consulta en el propio dispositivo”.
Eso sí, Google aún no ha comunicado todos los detalles técnicos, ni ha concretado precios ni fechas concretas para el lanzamiento comercial definitivo. Por ahora, siguen trabajando para cerrar estos aspectos antes de ofrecer la solución completa.
Con Private AI Compute, Google se sitúa como uno de los actores principales en la transformación de cómo las empresas y los desarrolladores se relacionan con la inteligencia artificial, aportando una opción que pone la seguridad y la privacidad en el centro, en un escenario tecnológico que no deja de avanzar.
