Tomonobu Itagaki, conocido creador japonés de videojuegos, ha fallecido a los 58 años. La noticia se dio a conocer hoy 16 de octubre a través de un mensaje póstumo publicado en su página oficial de Facebook, causando un gran impacto en el mundo de los videojuegos. Itagaki fue el fundador de Team Ninja y jugó un papel clave en sagas tan emblemáticas como Ninja Gaiden y Dead or Alive, lo que le convirtió en una figura icónica del sector.
Un referente en los videojuegos
Nacido el 1 de abril de 1967, Itagaki entró a trabajar en Tecmo en 1992. Pronto destacó gracias a su talento como diseñador. Dirigió la primera entrega de Dead or Alive, que salió en 1996, y revitalizó Ninja Gaiden con su llegada a Xbox en 2004. Sus trabajos marcaron un antes y un después en las mecánicas de combate y en el diseño gráfico, influyendo en muchos juegos posteriores.
Con Team Ninja, Itagaki consiguió que los juegos de acción y lucha fuesen mucho más dinámicos e innovadores. Esto le llevó a ser reconocido por IGN en 2009 como uno de los 100 mejores creadores de videojuegos de la historia. Este reconocimiento consolidó su lugar como referente creativo y mediático.
Nuevos caminos
Itagaki dejó Tecmo en 2008, tras casi 16 años en la empresa, y más tarde creó Valhalla Game Studios. De ahí salió Devil’s Third, que se lanzó en 2015. En 2021 fundó Itagaki Games, que en septiembre de 2024 pasó a llamarse Itagaki Games Co., Ltd. En octubre de ese mismo año surgieron rumores sobre su desaparición, aunque al final solo se trató de un cambio de nombre.
Aunque sus éxitos son de sobra conocidos, no se han dado muchos detalles sobre su estado de salud antes de su muerte ni sobre el futuro de los proyectos en Itagaki Games tras su fallecimiento. En su mensaje póstumo, el propio Itagaki lamentaba no haber podido ofrecer un nuevo trabajo a sus seguidores: «No me arrepiento. Sin embargo, me arrepiento profundamente de no haber podido ofrecer un nuevo trabajo a todos mis fans. Lo siento».
Un personaje único
Durante toda su carrera, la imagen de Tomonobu Itagaki fue inseparable de su personalidad: siempre con su melena, chaqueta de cuero, gafas de sol y una cierta pasión por las katanas, que le hacía fácilmente reconocible incluso fuera de la comunidad de videojuegos.
Su forma de expresarse, directa y en ocasiones polémica, le ganó la simpatía de muchos aficionados, que valoraban su autenticidad y sinceridad en cada entrevista. Todo esto, unido a su estilo tan característico, hizo que Itagaki fuese no solo un creador de videojuegos, sino también un personaje muy importante en la cultura del sector.
Un legado que permanece
La huella de Tomonobu Itagaki en la industria del videojuego es incuestionable. No solo consiguió redefinir géneros, sino que también inspiró a nuevas generaciones de desarrolladores y jugadores. Su legado sigue vivo en los juegos que creó y en todas las experiencias que ofreció a millones de personas.
Su muerte supone el final de una etapa para muchos, pero su aportación a los videojuegos seguirá en la memoria de quienes disfrutaron de su trabajo. Se va uno de los grandes innovadores del sector y deja un vacío que será difícil de llenar.