Electronic Arts (EA) está a punto de cerrar las negociaciones para ser adquirida y salir de bolsa, en una operación que rondaría los 50.000 millones de dólares. Este posible acuerdo no solo destaca por su tamaño, que podría convertirlo en la mayor compra apalancada del sector tecnológico y de videojuegos, sino también por las consecuencias que tendría para el mercado, justo en un momento en el que la industria tiende cada vez más a la concentración.
Quiénes están detrás de la operación
Entre los inversores que estarían involucrados figuran Silver Lake, el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita y Affinity Partners, la firma de capital riesgo de Jared Kushner. Llama la atención este grupo de inversores, ya que mezcla tanto capital privado como el interés directo de algunos gobiernos en el negocio del entretenimiento digital.
La entrada del PIF resulta especialmente relevante si tenemos en cuenta el programa «Visión 2030» de Arabia Saudita, con el que el país busca diversificar su economía y convertirse en un actor importante dentro del mundo del entretenimiento, incluyendo los videojuegos.
¿Por qué ahora querrían privatizar EA?
La posible privatización de EA llega en un momento en el que el sector del videojuego no atraviesa su mejor racha. Los jugadores se lo piensan más antes de gastar y la competencia para mantener a los usuarios ha aumentado. Aun así, EA confía en el tirón de franquicias como «EA Sports FC» o «Battlefield» para asegurar su estabilidad financiera en los próximos años.
Desde que se han dado a conocer las negociaciones, las acciones de EA han subido entre un 12% y un 15%, lo que demuestra la confianza de los inversores en que la operación salga adelante.
Próximos pasos y fechas clave
Se calcula que el anuncio oficial del acuerdo podría llegar entre finales de septiembre y principios de octubre de 2025. Eso sí, a día de hoy ninguna de las partes ha confirmado públicamente la operación. Por otro lado, todavía hay muchas incógnitas sobre cómo afectará la adquisición a la estrategia de la empresa, a su catálogo de juegos o a la organización interna.
La próxima fecha importante será el 28 de octubre de 2025, cuando EA tiene previsto presentar sus resultados financieros. Este informe podría tener mucho peso a la hora de valorar las posibilidades reales de que la privatización siga adelante y su efecto en la compañía.
Mirando al futuro: una nueva etapa
En definitiva, si finalmente se lleva a cabo la compra, la retirada de EA del mercado bursátil supondría un movimiento de gran calado, sobre todo en un contexto en el que estamos viendo cada vez más adquisiciones, como las de Activision Blizzard o Zynga. Como dice Wyatt Swanson, analista de D.A. Davidson & Co., «EA tiene sentido como objetivo de adquisición: sus flujos de caja son bastante sólidos y, gracias a sus lanzamientos anuales, la empresa genera ingresos y beneficios bastante predecibles.»
Por tanto, tendremos que esperar para ver hasta qué punto este cambio puede transformar el panorama de los videojuegos y el futuro de una de las editoras más conocidas del sector.