Electronic Arts ha querido salir al paso de las dudas que ha despertado su inminente venta a un consorcio de inversores liderado por el fondo soberano de Arabia Saudí (PIF), acompañado por Affinity Partners y Silver Lake. En un comunicado interno al que han tenido acceso varios medios, la editora estadounidense asegura que conservará “el control y la libertad creativa” una vez completada la operación.
La compañía subraya que sus “valores, misión y compromiso con los jugadores” seguirán intactos, insistiendo en que los nuevos propietarios “creen en la visión, el liderazgo y el enfoque” de EA en la creación de juegos y experiencias variadas. “Están invirtiendo en la creatividad que define Electronic Arts”, afirma el documento.
Sin despidos inmediatos y con la IA como aliada
Uno de los puntos más sensibles que aborda el texto es el futuro de la plantilla. EA señala que “no habrá cambios inmediatos” y que el trabajo de los equipos no se verá afectado por la transición, que convertirá a la empresa en una compañía privada fuera de bolsa. También hace referencia al uso de la inteligencia artificial, asegurando que se trata de una herramienta “para amplificar la creatividad y reimaginar los flujos de trabajo”, y no un sustituto del talento humano.
La compañía firmó recientemente un acuerdo con Stability AI para desarrollar herramientas que optimicen la producción y el diseño de sus videojuegos, lo que refuerza la apuesta por esta tecnología en su futuro cercano.
La mayor operación privada de la historia
La compra está valorada en 55.000 millones de dólares, una cifra récord que supondrá la mayor inversión privada abonada íntegramente en efectivo y la adquisición apalancada más grande jamás registrada. Según el calendario previsto, el proceso se completará entre abril y junio de 2026, coincidiendo con el primer trimestre del año fiscal 2027 de EA.
El PIF saudí ya contaba con inversiones en el sector del videojuego —incluyendo participaciones en Nintendo, Capcom, Take-Two, Embracer, SNK y Scopely—, pero nunca había encabezado una adquisición de este calibre. La compra de Electronic Arts marcaría un punto de inflexión en la influencia del fondo sobre la industria global del entretenimiento interactivo.
Queda por ver si las promesas de independencia y respeto a la creatividad que defiende EA se mantendrán una vez se cierre oficialmente la operación.

