Un año después de «Black Ops 6», llega «Black Ops 7» con la promesa de darle una vuelta a todo: campaña cooperativa que suma progreso global, un “Endgame” PvE a lo grande (32 jugadores en escuadras) y un multijugador que ajusta el famoso movimiento 360º para que vuelva a ser skill y no parkour sin freno. La jugada es arriesgada: dos Black Ops seguidos no es precisamente “modo clásico”, pero si algo ha hecho esta subserie desde siempre es romper moldes sin pedir perdón. Aquí vamos a desgranar qué cambia, por qué importa y dónde puede estar la gracia (o el susto). ¿Reinvención real o DLC con proteína? Abrimos archivo, afinamos el detector de humo y nos metemos de cabeza en el plan de Treyarch para 2025.
Call of Duty: Black Ops 7
- 📅 Lanzamiento14 de noviembre de 2025
- 🖥️ PlataformasPC, PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One
- 🎯 Disponible enGame Pass Ultimate (día uno)
- 🏭 DesarrolladorTreyarch (campaña con Raven Software)
- 📢 EditorActivision Blizzard
- 🌐 Web oficialwww.callofduty.com/blackops7
Antecedentes: por qué «Black Ops 7» es tan especial (y tan arriesgado)
Que salga un Call of Duty cada año no sorprende a nadie, pero lo de dos Black Ops seguidos sí que ha levantado cejas. Tradicionalmente Activision iba rotando entre estudios y subseries (Modern Warfare, Vanguard, Infinite Warfare…), pero ahora Treyarch se ha tirado a la piscina: «Black Ops 6» y «Black Ops 7» se desarrollaron en paralelo. Eso significa que lo nuevo no es un simple “copia y pega” con skins distintas, sino un proyecto que estaba en el horno al mismo tiempo que el anterior.
El contexto lo hace aún más jugoso:
- Franquicia bajo presión. Tras la compra de Activision por Microsoft (69.000 millones, casi nada), la compañía necesita que cada entrega venda como si no hubiera mañana.
- Fatiga real. «Modern Warfare 3» (2023) dejó claro que las prisas matan: campaña reciclada, multijugador plano y críticas a mansalva. Treyarch no puede permitirse repetir ese error.
- Cortar lastre. A diferencia de la moda reciente, en BO7 no habrá carry forward. Nada de traer tus skins de anime, operadores o armas de BO6. Es empezar de cero, y según Treyarch, es lo que tocaba para recuperar una estética más “coherente” con el universo Black Ops.
- Ambición desmedida. Hablan de “siete pilares” de diseño y de hacer el juego más social, más conectado entre modos y con más rejugabilidad que nunca. Suena bien, pero ya sabemos que el hype no paga las balas en pantalla.
En resumen: «Black Ops 7» se juega el todo por el todo. O consigue que los jugadores vean esta entrega como un salto fresco y emocionante, o pasará a la historia como “el año que quisieron hacer un DLC premium y se quemaron”.
Campaña con esteroides: cooperativa, retorcida y con un “Endgame” de locos
Aquí es donde Treyarch ha querido sacar músculo. La campaña de «Black Ops 7» no es la típica experiencia de 6 horas que aparcas después de un fin de semana:
Co-op desde el día uno. Puedes jugarla en solitario, pero también con hasta 4 colegas en cooperativo. Y no es solo “acompañamiento”: todo lo que haces ahí cuenta. Las misiones, las bajas y hasta los retos suman XP global, desbloquean camuflajes exclusivos y avanzan tu progreso en el Battle Pass. Es decir, la campaña deja de ser un modo aislado y se integra de lleno en el ecosistema multijugador/Zombies/Warzone.
Una historia con delirios marca Black Ops. Ambientada en 2035, cuarenta años después de BO6, regresa nada menos que Raúl Menéndez, el villano de BO2, para poner al mundo patas arriba. Treyarch promete un guion con recuerdos distorsionados, alucinaciones inducidas y saltos instantáneos entre localizaciones lejanas. Vamos, lo suficientemente raro como para que digas: solo un Black Ops podía firmar esto.
El Endgame. Cuando terminas la campaña principal (11 misiones), se desbloquea una 12ª misión masiva: un modo PvE cooperativo llamado Endgame. Aquí entran 32 jugadores divididos en escuadras de 4 al mapa abierto de Avalon, con oleadas de enemigos, “asignaciones” opcionales y habilidades futuristas como Mega Jump o Drone Charmer. El truco: si tu escuadra es aniquilada, pierdes todo el progreso de esa sesión. No hay segundas oportunidades, tienes que volver a empezar.
Rejugabilidad como Zombies. El objetivo es que Endgame sea un bucle de riesgo/recompensa: cuanto más avances, más mejoras desbloqueas (movilidad, vida extra, especializaciones), pero más te juegas a perderlo todo. Es como si mezclaran un raid de MMO con un mapa de Zombies y el toque frenético de Call of Duty.
En definitiva, Treyarch quiere que la campaña deje de ser el “tutorial glorificado” de siempre para transformarla en un modo vivo, social y con peso real dentro de la progresión general. Un movimiento que, si les sale bien, puede marcar un antes y un después en la saga.
Multijugador: menos parkour loco, más control táctico
El multijugador siempre ha sido el corazón de Call of Duty, y en «Black Ops 7» se nota que Treyarch ha afinado en lugar de reinventar por completo. El famoso Omnimovement, que permitía moverse en 360º con sprints, deslizamientos y clavados en cualquier dirección, regresa pero con ajustes: ya no es un festival de saltos sin freno, sino un sistema más pensado. En palabras de los devs, “queremos acción de héroe, pero también claridad en el combate”.
La gran novedad es el wall jump, un salto con rebote en paredes que añade verticalidad sin llegar al trauma de los jetpacks de antaño. También hay movimientos clásicos como el combat roll y la posibilidad de moverse mientras estás montado, lo que abre nuevas estrategias sin volverse caótico.
El sistema de progresión sigue la línea de BO6 pero con giros interesantes. Las Global Weapon Builds ahora permiten no solo crear y usar planos de armas en todos los modos, sino también compartir configuraciones con amigos o importar builds meta de la comunidad directamente en Gunsmith. Lo que antes era ensayo y error ahora puede convertirse en un metajuego social.
En cuanto a ritmo de combate, Treyarch ha decidido que ciertas acciones —apuntar al deslizarse, tac-sprint— estén desactivadas por defecto. Puedes recuperarlas con perks, pero eso significa sacrificar espacio en tu loadout. Es un guiño a los jugadores que pedían un punto de partida más controlado, donde las ventajas se ganan y no vienen de fábrica.
El multijugador arranca con 16 mapas 6v6 y dos zonas Skirmish para combates más grandes. Algunos escenarios son completamente nuevos (Japón futurista, Alaska helado, un puerto mediterráneo), mientras que tres clásicos de BO2 regresan remasterizados: Raid, Express e Hijacked. Una mezcla de nostalgia y novedad pensada para enganchar tanto a veteranos como a los recién llegados.
Todo esto se completa con el regreso del Prestigio de armas, nuevas especializaciones híbridas para las clases y un sistema Overclock que potencia rachas y equipos de formas inéditas. En resumen: menos circo, más profundidad estratégica, pero sin perder la accesibilidad que hace que cualquiera pueda entrar a una partida y sentirse útil.
Zombies: el caos siempre vuelve
Si hay un sello que distingue a Treyarch es Zombies, y en «Black Ops 7» han decidido subir las apuestas sin miedo. El modo regresa con la narrativa del Dark Aether, ampliando la historia que lleva años enredando a jugadores entre portales, experimentos y criaturas imposibles.
El primer gran cambio está en la escala: se habla del espacio jugable más grande visto en la saga, con zonas abiertas que permiten explorar, completar objetivos dinámicos y encadenar oleadas de formas menos lineales. Para que no se vuelva un simple “mapa enorme vacío”, han añadido mecánicas como Assignments (misiones paralelas con recompensas únicas) y eventos emergentes que pueden transformar una partida rutinaria en un infierno improvisado.
A nivel de progresión, se suman los Augments, una evolución de las clásicas mejoras temporales que permiten personalizar el estilo de juego más que nunca. Se mantiene el toque clásico de GobbleGums y perks rarunos, pero con un sistema que recompensa la experimentación y la construcción de builds a lo “RPG ligero”. Incluso hay vehículos como el Wonder Vehicle, un guiño loco que promete ser tan divertido como ridículo.
En la beta ya se han dejado ver escenarios como Vandorn Farm, un mapa más compacto que recupera el sabor de las partidas rápidas y directas, demostrando que no todo será sandbox masivo. Treyarch parece querer combinar ambas filosofías: el caos a gran escala para grupos coordinados y la intensidad de toda la vida para quienes solo buscan sobrevivir unos cuantos rounds.
Lo importante es que Zombies sigue siendo un festival de rejugabilidad. Y con la integración al progreso global (armas, camuflajes, desafíos), por primera vez no tendrás que elegir entre “subir nivel en multijugador” o “pasarlo bien en Zombies”: todo suma.
Riesgos e incógnitas: ¿genialidad o batacazo?
La ambición de «Black Ops 7» es evidente, pero también lo son los riesgos. Por un lado, Treyarch está intentando que todos los modos —campaña, multijugador y Zombies— dejen de ser compartimentos estancos para convertirse en un ecosistema conectado. Sobre el papel suena brillante; en la práctica, puede ser un monstruo difícil de equilibrar.
Otro punto delicado es la fatiga de la franquicia. El propio equipo reconoce que lanzar dos Black Ops seguidos es un movimiento arriesgado, y muchos jugadores todavía recuerdan el fiasco de Modern Warfare 3 (2023), que parecía un DLC inflado. Si «BO7» no consigue transmitir frescura real, el público lo percibirá como “más de lo mismo con un par de trucos nuevos”.
El Endgame es la gran apuesta, pero también la gran incógnita. Si las misiones se sienten repetitivas o el sistema de progresión punitivo (pierdes todo al caer) se vuelve frustrante, puede terminar abandonado a los pocos meses, igual que pasó con DMZ. Lo mismo con el movimiento: ajustar Omnimovement y meter wall jumps está bien, pero si rompe el balance competitivo, se convertirá en el nuevo dolor de cabeza de la comunidad.
Y no olvidemos el tema de los skins y el carry forward: empezar de cero puede ser sano para la coherencia visual, pero a muchos jugadores les escocerá dejar atrás cosméticos que costaron dinero real. Treyarch apuesta por recuperar identidad, aunque eso signifique cabrear a parte de su base de fans.
En definitiva, «Black Ops 7» se la juega a todo o nada. Puede ser recordado como el título que redefinió la saga o como el ejemplo perfecto de que la ambición mal medida es tan peligrosa como una Claymore mal puesta.
El futuro de la franquicia en el punto de mira
«Black Ops 7» no quiere ser “otro Call of Duty”, quiere ser el Call of Duty que marque la diferencia. Treyarch ha montado un cóctel con campaña cooperativa que se engancha al progreso global, un modo Endgame que mezcla MMO con PvE caótico, multijugador ajustado para dar más control y Zombies más grande que nunca. El resultado puede ser la chispa que necesitaba la saga… o el empacho definitivo.
Lo que está claro es que, para bien o para mal, noviembre va a ser movidito. «Black Ops 7» llega el 14 de noviembre a PC, PS5, PS4, Xbox Series y Xbox One, además de Game Pass día uno. Queda poco para comprobar si Treyarch consigue redefinir la franquicia o si acabaremos diciendo que el verdadero enemigo del juego era la prisa.