Call of Duty presentó la hoja de ruta de la Temporada 1 asegurando que será “la más grande de Black Ops”. Sobre el papel, sí: mapas nuevos, más zombis, un Resurgence inédito para Warzone y siete armas adicionales.
Pero la pregunta incómoda está sobre la mesa: ¿puede una actualización masiva salvar un lanzamiento que ya ha generado preocupación entre la comunidad?
Black Ops 7 no atraviesa su mejor momento. El ritmo de jugadores ha sido irregular, la recepción del multijugador se ha quedado por debajo de las expectativas y el modo Zombis necesitaba urgentemente un golpe de efecto. La T1 intenta poner parches en todas direcciones… aunque eso no garantiza que funcione.
Mapas nuevos, mismo problema de base
Treyarch suma +6 mapas multijugador, una cifra contundente para un inicio de temporada. Sin embargo, parte del debate no es la cantidad, sino la sensación de repetición en las dinámicas de juego.
Sin un cambio real en el ritmo, el TTK o el diseño de progresión, es complicado que seis escenarios por sí solos cambien la percepción general.
La comunidad agradece novedades, sí, pero también señala que el estado del meta y el matchmaking siguen siendo los verdaderos lastres. Si eso no se ajusta, el impacto de los mapas puede durar poco.
Zombis se refuerza… porque lo necesita
El modo Zombis recibe Astra Malorum, nuevos enemigos y dos mapas de supervivencia clásicos. Es, sin duda, el apartado donde más empeño han puesto… aunque también es donde más expectativas había y donde más críticas ha habido desde el estreno.
A primera vista parece el empujón que Zombis pedía, pero muchos jugadores ya comentan que el problema no era la falta de contenido, sino la estructura del propio modo, más diluido y menos contundente que en entregas anteriores.
Que esta expansión arregle eso está por ver.
Warzone intenta renovarse con Haven’s Hollow, pero la fatiga pesa
Para Warzone, la novedad estrella es Haven’s Hollow, un mapa de Resurgimiento que llega en un momento delicado para el battle royale.
La respuesta a los recientes cambios ha sido desigual, y aunque Resurgence suele ser el modo que mejor retiene jugadores, la sensación de desgaste general sigue ahí.
El nuevo mapa puede ofrecer aire fresco… pero es difícil ignorar que Warzone vive en ciclos: un par de semanas de entusiasmo, seguidas por caída en actividad si el balance o la rotación no acompañan.
Por último, la T1 añade siete armas y equipo nuevo, algo que siempre agita el meta, aunque también despierta el miedo habitual: que vuelvan a aparecer combinaciones rotas durante días.
Una temporada grande… en un momento pequeño
La hoja de ruta está cargada, sí. Posiblemente una de las más completas de un arranque de temporada en años.
Pero no basta con “más cosas”: COD necesita recuperar confianza, especialmente tras un lanzamiento que no ha generado la emoción habitual.
El 4 de diciembre sabremos si la Temporada 1 reactiva al juego o si solo prolonga un problema que viene de atrás.
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