Samsung ha comunicado que subirá notablemente el precio de sus chips de memoria NAND y DRAM. Esta decisión llega en un momento en el que cada vez hay más demanda por parte de la inteligencia artificial y de los centros de datos. Desde septiembre de 2025, el precio de los chips NAND ha subido hasta un 60%. Este aumento preocupa bastante en el sector, ya que afecta al coste de productos como móviles, portátiles y otros aparatos electrónicos.
Subidas importantes en la memoria
En el último año, el precio de los módulos DRAM para ordenadores de sobremesa ha crecido más de un 170%. Además, Samsung ha avisado a sus clientes que, a partir del cuarto trimestre de 2025, las memorias DRAM (incluyendo LPDDR4X y LPDDR5/5X) costarán entre un 15% y un 30% más. Por otro lado, las memorias NAND –que incluyen eMMC y UFS– han experimentado un repunte de entre el 5% y el 10% en el mismo periodo. Este escenario muestra que la presión sobre la cadena de suministro tecnológica sigue en aumento.
¿Por qué hay escasez?
La principal causa de la falta de chips de memoria es la fuerte demanda provocada por el boom de la inteligencia artificial y la construcción de centros de datos. Las empresas quieren mejorar su capacidad de procesamiento, así que han pedido más memoria de la que los fabricantes pueden suministrar ahora mismo. Sin embargo, muchos productores de chips dudan en ampliar su fabricación ante el temor de una caída repentina en la demanda, lo que no hace más que empeorar la situación.
Cómo afecta al consumidor y al mercado
Quienes más están notando estas subidas son los aficionados a la informática y los fabricantes de móviles, portátiles y dispositivos del Internet de las Cosas (IoT). La DRAM y la NAND están presentes en prácticamente todos estos productos, así que cualquier aumento de precio podría repercutir directamente en el consumidor final. Por ejemplo, el módulo DDR5 de 32 GB ha pasado de costar 149 dólares en septiembre a 239 dólares en noviembre, lo que ilustra el impacto real sobre el precio de fabricar dispositivos más avanzados.
Cómo responde el mercado ante la escasez
Debido al miedo a futuras dificultades de suministro, muchos clientes están adelantando compras y acumulando inventario. Es una forma de intentar protegerse frente a las subidas de precios y los posibles problemas para conseguir stock. Hay analistas que creen que esta situación se podría alargar hasta bien entrado 2026, lo que supone un reto añadido tanto para los fabricantes como para los usuarios.
Qué se espera para los próximos años
La producción de DDR4 se irá reduciendo poco a poco y en 2026 representará solo el 20% de la capacidad total. Por eso, todo apunta a que la tendencia al alza de los precios seguirá tanto a corto como a medio plazo. Todavía no está del todo claro cómo afectarán estas subidas a productos de consumo como móviles o servidores. De hecho, se especula con que algunos modelos populares de Samsung podrían encarecerse precisamente por estos incrementos en el coste de los chips.
En resumen, la presión que vive ahora el mercado de chips de memoria, impulsada por la inteligencia artificial y la falta de aumento en la producción, plantea grandes retos a la industria tecnológica. Las decisiones que tomen los fabricantes en cuanto a creación de inventarios y fijación de precios serán decisivas en los próximos meses.

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