El iPhone Air, presentado por Apple como el buque insignia de una nueva era de smartphones ultrafinos, ha resultado ser uno de los lanzamientos más decepcionantes de la compañía en los últimos años. Según un informe exclusivo de Nikkei Asia, confirmado por analistas como Ming-Chi Kuo y fuentes del banco japonés Mizuho Securities, Apple ha recortado la producción de este modelo en hasta un 80% tras unas ventas que no alcanzan ni el 10% del total de iPhones comercializados en 2025.
El motivo principal detrás del desplome parece estar en su propio concepto: un móvil extremadamente delgado y ligero, pero con una autonomía limitada y una cámara que, según diversos medios y usuarios, no justifica su precio de más de 1.200 euros. El Chapuzas Informático ya adelantaba que Apple “prácticamente ha parado” la línea del iPhone Air, al considerar que su éxito es irrecuperable.
Un diseño demasiado fino para sobrevivir
El objetivo de Apple con el iPhone Air era ofrecer una alternativa más ligera que el iPhone 17, manteniendo potencia y diseño premium. Sin embargo, su apuesta por la delgadez sacrificó dos factores cruciales para el consumidor medio: la autonomía y el rendimiento fotográfico. De hecho, la propia presentación del dispositivo ya generó incertidumbre cuando Apple presumió de compatibilidad con la batería externa MagSafe, interpretado como un reconocimiento tácito de su escasa duración de batería.
El contraste con el resto de la gama ha sido contundente. Mientras que los iPhone 17 y 17 Pro baten récords de ventas en EE.UU., Europa y China, el iPhone Air acumula stock y apenas se mueve de los estantes. Analistas apuntan que es “el único iPhone que se puede comprar sin esperas” en tiendas físicas y plataformas como Amazon.
De fracaso en fracaso: el sueño del ultrafino se desvanece
El fiasco del iPhone Air recuerda al destino del Samsung Galaxy S25 Edge, que también fue retirado tras un desinterés masivo por parte de los usuarios. Ambos casos evidencian los límites del marketing de smartphones ultradelgados, un concepto que se vende bien en teoría, pero fracasa en la práctica cuando el rendimiento no acompaña.
Según fuentes de la cadena de suministro consultadas por KeyBanc Capital Markets, la demanda del iPhone Air es “prácticamente nula”, obligando a Apple a centrar su producción en los modelos más populares de la línea iPhone 17.
Un daño colateral con propósito estratégico
Aunque el futuro del iPhone Air parece estar sellado, algunos analistas sugieren que este modelo fue, en realidad, un experimento destinado a preparar el terreno para el primer iPhone plegable, previsto para 2026. Ming-Chi Kuo explicó que Apple podría fusionar la tecnología ultrafina del Air con un diseño de doble pantalla OLED flexible, dando pie a un nuevo segmento premium que compita directamente con los Galaxy Z Fold de Samsung.
Por ahora, Apple no ha confirmado oficialmente el cese de producción, pero sus movimientos en la cadena de suministro, los recortes masivos y la ausencia de planes para un “iPhone Air 2” apuntan a lo evidente: el intento de reinventar la delgadez le ha salido caro a Cupertino.
