La histórica aplicación de intercambio de archivos regresa como una plataforma legal basada en la nube, la inteligencia artificial y los tokens.
Durante los primeros años del siglo XXI, LimeWire fue una de las aplicaciones más populares para compartir música, películas y todo tipo de archivos mediante redes P2P. Su funcionamiento, basado en el protocolo Gnutella, permitió durante años a millones de usuarios descargar contenidos de manera directa entre ordenadores. Sin embargo, las demandas de la industria musical llevaron a su cierre en 2010.
Quince años después, el nombre de LimeWire vuelve a la actualidad, aunque en un contexto completamente diferente. La marca ha sido relanzada como una plataforma legal para subir, compartir y editar archivos en línea, un servicio que combina el almacenamiento en la nube con inteligencia artificial y tecnologías descentralizadas.
De la era P2P al almacenamiento inteligente
La nueva LimeWire, propiedad de la compañía austriaca LimeWire GmbH, ofrece un servicio de intercambio de archivos similar a herramientas como WeTransfer o Dropbox. Los usuarios pueden subir archivos de hasta 4 GB de manera gratuita, con enlaces disponibles durante siete días, y existen planes de pago que amplían el tamaño máximo de transferencia hasta varios terabytes.
El servicio está orientado tanto a particulares como a empresas, e incluye cifrado punto a punto, gestión de carpetas y funciones de colaboración en línea. En su web oficial también se integran herramientas de edición de imágenes, vídeo, audio y documentos PDF, todas accesibles directamente desde el navegador sin necesidad de registro.
Un ecosistema con IA y criptomonedas
Más allá del intercambio de archivos, la nueva LimeWire se ha transformado en un ecosistema con varios componentes tecnológicos. Entre ellos destaca LMWR, un token propio que actúa como sistema de pago dentro de la plataforma. Su uso también se extiende a Blocknode, una red descentralizada de computación basada en GPU que permite a los usuarios alquilar capacidad de procesamiento y recibir recompensas en el mismo token.
La compañía combina así el almacenamiento en la nube con tecnologías Web3, ofreciendo un modelo de negocio descentralizado en el que los usuarios pueden compartir recursos y monetizar su participación. Además, LimeWire ha integrado soluciones de inteligencia artificial tras la adquisición de la empresa BlueWillow en 2023, ampliando las capacidades de edición automática y generación de contenidos en su plataforma.
Un regreso con un enfoque distinto
Aunque la LimeWire actual mantiene la esencia de “compartir archivos”, su propuesta dista mucho de la aplicación P2P que marcó una época en los años 2000. En lugar de un sistema descentralizado de usuarios intercambiando música, la compañía ofrece ahora un servicio basado en la nube, con modelos de pago, funciones de productividad y herramientas impulsadas por IA.
En 2025, la empresa completó su evolución adquiriendo servicios populares de transferencia como Snapdrop y Sharedrop, que ahora operan bajo la marca LimeWire. El resultado es una plataforma moderna, centrada en la colaboración digital y en la gestión de contenidos, que aprovecha el valor nostálgico de una de las marcas más emblemáticas de la historia de Internet.

